¡Son casi indistinguibles!
¿Tendrá esto un significado oculto? ¿Acaso cuando las luces se apagan la tienda se convierte en un laberinto con fantasmas a los que el logotipo-comecocos tiene que esquivar para sobrevivir? Y si pierde... ¿desaparecerá la franquicia? ¿O sencillamente cambiará la marca?
Ay, este es el tipo de incógnitas que luego no me deja dormir... o estudiar. No sé qué narices tengo mal en el cerebro, pero interpreta que poner esta chorrada aquí es más importante que prepararme el examen del martes.
PD: Pensando en más parecidos, los aliens gelatinosos chupacerebros de Futurama me recuerdan a los fantasmas del Comecocos:
Si es que cuando una no quiere estudiar, nah se pué hacé.
Perdonad por las tontás, hacía tiempo que no escribía y me apetece revivir el blog (aunque para hacerlo sufrir así, mejor matarlo de una vez).
¡Adiós! (No sé si es un pato o un pingüino desteñido, pero me gusta)
2 comentarios:
Me gustan tus observaciones desprovistas de todo carácter metafísico y espiritual. Es para comerse unas patatas fritas meintras una las lee
¿De qué sabor? Yo con este tipo de lecturas creo que me tomaría unas Ruffles sabor jamón (jamón jamón, como decía cuando era pequeña).
Publicar un comentario