El otro día fui a la facultad a entregar unos papeles que me faltaban. Por probar algo nuevo y ver si así tardaba menos que yendo sólo en metro (tardando aprox. 1h y 10min) decidí ir por otro camino en cercanías y metro ligero.
Bueno, pues tras desayunar con mi padre (se iba esa mañana) y meterme media palestina en el café por culpa del aire, fui a la estación. Y me perdí. No es que sea un sitio especialmente grande ni en el cual es difícil orientarse, es que sencillamente soy idiota. Tardé como diez minutos en encontrar el cercanías que debía coger. Una vez dentro (aun con dudas sobre si me llevaría a mi destino) fui incapaz de relajarme, preocupada como estaba pensando en la universidad y atenta por si me saltaba mi parada o algún perturbado mental me atacaba con una navaja (así es como la gente de fuera ve a los madrileños).
Y casi que volví a perderme cuando llegué a mi parada U_u Pero siguiendo las indicaciones de una amable muchacha llegué a los tornos del metro ligero. Ahora a sacar el billete. No tengo monedas. Voy a pedir cambio. No dan cambio. Resulta que una máquina admite billetes (tonta de mí >.<). No admite billetes de 20. ¿Ahora qué hago?
El amable señor encargado de ahí me recomienda que vaya a pedir cambio a "uno de los bares de por allá". Eso de "por allá" es: bajar las escaleras mecánicas, cruzar la estación, salir a la calle, andar por la acera, cruzar la carretera, andar varios metros más, subir unas escaleras y dar una vuelta.
Con la lengua fuera llego esperanzada a un bar, donde el camarero, no muy amable, me dice que no tiene cambio (me pregunté cómo cobraría a sus clientes, pero eso explicaba por qué el bar estaba vacío). Pues me fui al de al lado y pregunto que si me pueden dar cambio para el metro. Ese camarero aun menos amable reacciona como si lo estuviera insultando, y se queda mirándome fijamente como si intentara hacerme estallar la cabeza usando el poder de su mente. Al ver que no lo conseguía desistió y me dio el cambio (supongo que pensaría que era la forma más rápida de deshacerse de mí, aunque no pudiera satisfacer sus deseos homicidas).
Con las monedas resonando en mi bolsillo bajé, corrí y subí las escaleras y conseguí mi billete para el metro. Acabando con mi mala fortuna en encuentros desagradables, la amable máquina me dio dos por uno
Llegué a la facultad y volví a sentirme como una niña pequeña en ese edificio que tanto me imponía, y en el cual me aguardaba una cola de hora y media para entrar en secretaría. Pero eso es otra historia.
Al final no pude saber si por ese camino tardaba mucho menos porque entre la desorientación y mis momentos próximos a la muerte no llevé la cuenta del tiempo.
Os dejo con una foto de un pirata hecho con gusanitos que me encontré la otra noche mientras paseaba. Si es que en Madrid hay artistas muy talentosos y amables dejando sus obras en la calle para el disfrute de todos.
4 comentarios:
Ay jajaja, me he reido mucho con esta entrada xD
Espero que te vaya bien por Madrid, ya verás que es cuestión de práctica (vamos, que yo ni idea, pero como con todo no? ._.)
Un besazo hermosa! (L)
Jaja sí, al menos por ahora todo me va muy bien. Ya el lunes cuando empiece las clases cambiará la cosa xD
¿Tú cuándo empiezas? Espero que a ti también te vaya bien ^^
Un abrazo bombón :D
Vaya vaya, ya estabas por Madrid y ni me he enterado jajaja.
¿Qué tal ese comienzo? Al final qué universidad y eso? ^^
Espero que vaya todo bien sin contratiempos ni eso que aquí llaman estrés xD
un abrazote ;)
Perdón por tardar en contestar =/
Pues sí, llevo ya un tiempo por aquí... xD El comienzo muy bien, optimista. Me gusta el cambio y creo que me he adaptado rápidamente. Me encanta esta ciudad, y no es tan estresante como la gente se empeña en decir xD
¿Tú qué tal lo llevas?
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