sábado, 8 de marzo de 2014

Hoy he recibido este correo

No sé si me aterra más la cara de Mona Luisa o las frases como Ella te está esperando.

viernes, 7 de marzo de 2014

Me encanta mi carrera

Tengo puntos extras en una asignatura por fingir bostezos delante de una cámara (y al parecer tengo un don interpretativo).

¡Feliz fin de semana!


martes, 4 de marzo de 2014

Días absurdos

Hace tiempo que no me paso por aquí, pero siento unas ganas irrefrenables de relatar mi mañana absurda (más de lo habitual).

Hoy era el día límite para hacer uno de los dos últimos pagos de la matrícula de este año, así que decidí ir al banco antes de clase. Aquí he de aclarar que en las últimas dos semanas he tenido que ir dos veces a secretaría para que me dieran los papeles necesarios para hacer los ingresos, dado que nunca me enteraba de la fecha límite y acababa teniendo el atino de pretender hacer los pagos el día después de que caducaran. Así que me he tomado como una cuestión de vida o muerte el realizar este pago a tiempo.

El caso es que llego a las 9:05 al banco, con sensación de control y poderío, y espero mi turno en la cola. Con un calor insoportable, me quito el abrigo, y en medio del proceso me doy cuenta de que el móvil se ha quedado bloqueado. Aun con medio abrigo puesto, empiezo a desmontarlo para quitarle la batería, y con las manos llenas de masacre tecnológica me llega el turno.

Como buenamente puedo entrego la documentación necesaria y miro expectante a esta señora con pinta de tener una mañana especialmente aburrida hasta que realiza la operación satisfactoriamente. Con cara triunfal, me vuelvo a colocar el abrigo, enciendo el móvil, y salgo con intención de pegarme un par de carreras en el metro hasta llegar a clase. Y es entonces cuando veo que el ingreso que he realizado era el de la semana que viene, y los papeles que caducaban hoy seguían en la cartera mirándome con ojos tristes.

No tenía dinero suficiente para realizar ese ingreso, y si me hacía una transferencia desde otra cuenta tardaría un par de días en recibirlo. ¿Tendría que enfrentarme por tercera vez a la secretaría de mi facultad? ¿Afrontar con la cabeza alta que soy el hazmerreír de ese departamento?

¿O aprovecharme de la amabilidad de mi familia?

Llamé a mi tía (que también tiene una cuenta en la misma entidad bancaria) y con aparente alegría me dijo que me dejaría el dinero. Ya más tranquila decidí realizar ese ingreso a lo largo de la mañana, pero en ese momento tenía que ir a clase. Ya en la boca del metro caigo en la cuenta de que había olvidado el abono en casa, y no tenia dinero suficiente como para pagar un billete.

Es entonces cuando soy consciente de que no me sería posible llegar a la única clase que tenía esta mañana, y, admitiendo mi derrota, volví cabizbaja a mi piso. Al menos, gracias a la rapidez de mi tía, pude realizar el ingreso de una puñ***ra vez, aunque la señora no parecía contenta de volver a verme U_u

Una vez en casa me tiré en la cama, y mi gata tuvo el detalle de ser amorosa por una vez en su vida y tumbarse a mi lado ronroneando para consolarme (o para conseguir comida, qué mas da).

PD: Para completar una serie de absurdeces mañaneras, mi compañera de piso y yo nos hemos quedado unos 10 min mirando la tostadora sin explicarnos por qué no funcionaba, hasta que finalmente nos hemos dado cuenta de que se había ido la luz en el piso (dejar de escuchar el microondas y la lavadora no fueron indicios suficientes para que nuestras avispadas mentes llegaran a la solución).