miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cambios

Vaya lo siento. No cumplí mi promesa, y sí que esperé algo. Esperaba, o más bien deseaba, que no hubiera más problemas.

Bueno supongo que no hubo ningún problema nuevo, solo la solución. Pero yo como una tonta estuve demasiado tiempo negando la realidad, pensando que podía controlar la situación y que si me esforzaba todo saldría bien.

No quiero sacar una conclusión errónea de esto, que no importa lo que te esfuerces en algo que después todo está dominado por el azar y sigues teniendo las mismas posibilidades de salir jodido. Realmente no son las mismas, te dedicas a reducir las probabilidades y punto, además de que tu punto de vista lo cambia todo.

Todo depende de cómo nos tomemos las cosas que se nos echan encima. Y es en esos momentos difíciles donde realmente descubrimos nuestra fortaleza y nos damos razones para sentirnos orgullosos de nosotros mismos cuando todo pasa. Yo sencillamente quiero luchar por no arrepentirme de nada, el sentimiento de culpabilidad es algo horrible que te come por dentro y te deja del todo vacío, así que mejor controlarlo.

Por ahora intentaré seguir luchando, no solo porque deba ni por los demás, si no por todas las veces en mi vida que no lo hice, que me dí por vencida y abandoné toda esperanza.

Y tengo un miedo terrible asentado en mi estómago. Nunca me ha gustado eso de no poder controlar lo que se te viene encima, el no saber qué ocurrirá. Pero bueno, si quiero ser feliz no me queda más remedio que aceptarlo.

Sólo me queda decir gracias a todos. Por apoyarme. Por perdonarme. Por no abandonarme.

Y sobre todo a ti, por enseñarme tantas cosas en tan poco tiempo, y por darme tantos motivos para ser feliz.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Quitándome las legañas

Bueno, un poco mejor. Supongo que es la calma que precede a la tormenta (nunca he tenido claro el orden, "la calma que sigue a la tempestad" etc, pero bueno se usa el que más conviene y punto), pero siento que tengo más fuerzas para afrontarla :3

Tengo miedo a mañana, para qué negarlo. Pero estoy ansiosa por empezar, que todo se suceda como en un torbellino de exámenes y de repente estar en jueves a la salida del último. No sé qué haré entonces, estoy cansada de planear cosas que después no suceden y quedarme con las manos vacías y el corazón lleno de decepciones.

No, esta vez no voy a pensar, y me voy a dejar llevar. Si tengo que estar de madrugada en el vivero o en la discoteca con mis amigas, me resentiré y lo haré; si es noche tranquila en los cañones, me relajaré y la disfrutaré; si sencillamente no hay nada... a casa a seguir con el anime o a preparar las maletas y a la mañana siguiente a coger el primer bus.

Así de sencillo. Aunque la verdad es que me gustaría pasar la noche con mis compañeros de sufrimientos y nervios, en un bar, riendo y celebrando el fin y el comienzo de esta nueva etapa. Secretamente, esto es lo único que deseo, esa noche que marque un antes y un después, y que pueda recordar con alegría y cariño.

Pero mejor no esperar nada ;)

Aunque por si acaso ataré a MJ y Garry y las emborracharé a la fuerza... (juas juas!)


PD: Odio esto... no consigo cambiarle el color a la letra ¬¬

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Ni fú ni fá.

Otro día perdido. Nunca pensé que me desagradaría un día de fiesta.

Mi intención era quedarme los días en la biblioteca a partir de hoy. Estoy preparándome para selectividad y, después de unas semanas horribles, llenas de nervios, preocupaciones y lágrimas, y de pasar unos desesperantes 90 minutos sentada frente a dos hojas casi en blanco prometiéndome a mi misma no volver a pasar por lo mismo, quiero aprovechar bien esta última semana.

El caso es que hoy es el día de Extremadura. Qué bien. Nada de biblioteca. Y a perder el tiempo.

Porque es que en mi casa aunque me lo proponga no puedo estudiar. Si no tengo que limpiar la cocina, tengo que limpiar el baño. O hacer la comida. O atender a los caprichos de mi madre. O volver a limpiar la cocina. O perseguir a Humo por la terraza.

No es que sea una versión de la Cenicienta, ni mucho menos. Pero tampoco es que pase el día tocándome las narices precisamente. Y eso que hoy no he salido de casa. Ayer, después de mi última publicación, me pasé la mañana yendo de un lado para otro, pasando por tres farmacias diferentes, yendo dos veces al hospital (perdiéndome también dos veces gracias a las indicaciones de la recepcionista), y pasando por el instituto otras cuantas en búsqueda del libro de matemáticas que mi querido Ramiro (que, después de seis años, me llama Lucía) me prometió. No sé cómo acabé en el departamento de física y matemáticas, rodeada de mis antiguos profesores, cotorreando como las marujas de mi edificio en la piscina.

Salí sana y salva, y no sé cómo acabó el solucionario del libro de matemáticas en mis brazos, pero me sentí realmente agradecida.

Una mañana de locos... aunque la satisfacción del final mereció la pena.

Y hoy nada nuevo. Es lo que tiene no salir de casa. Vaya, pensarlo me deprime un poco. Intentaré concentrarme en, no sé, aquéllos que últimamente están conmigo para apoyarme. Especialmente a Pececito, que siempre es muy bueno conmigo aunque le tire las naranjas a la basura =)

Aunque creo que mancharme uno de mis libros favoritos con agua contaminada del río ha sido su venganza...


Por si os gusta ^-^

martes, 7 de septiembre de 2010

Reflexiones matutinas.

Aquí estoy a las diez menos cuarto de la mañana, intentando despertarme, tener a mi gata contenta, y darme prisa para salir a que me pinchen la segunda vacuna, encontrar un libro de matemáticas y volver para estudiar.

Pereza.

El caso es que ayer estuve actualizando un poco la estética del blog, y hoy lo he abierto con la intención de regodearme en mi trabajo y dejar la lista de música, ya que es un coñazo estar dándole a play cada vez que acaba la canción. Estaba pensando que es una pena que utilizara el blog sólo para desahogarme y que fuera tan deprimente cualquier lectura que se pueda encontrar, que me gustaría escribir algo más coherente y representativo de mi vida.
Después me levanté y me dispuse a empezar el día, dejando puesta la página principal del blog.
Y entonces lo vi.

"El paseo de los tristes"

Escogí este título de casualidad, sin ningún motivo realmente profundo. Sencillamente estaba intentando prepararme canciones de Mago para ir pocos meses después a un concierto en Almaraz con Vero y Raquel (gran experiencia por cierto), y la ya mencionada canción era de mis favoritas. Así que sencillamente la tenía en la cabeza en el momento que comenzó todo y no me pareció mal título.
Más tarde fui a Túnez y por cosas que pasaron el título y su canción adquirieron un significado más importante.

Yo estaba orgullosa del título del blog, pero hasta hoy no me he dado cuenta de lo idóneo que es. El paseo de los tristes es un lugar al que van a parar las almas perdidas y desconcertadas, las que necesitan encontrar el camino a casa de cualquier manera. Pero no es fácil, es doloroso y frustrante. Así que no esperéis más que eso al entrar en este blog.

Aunque de vez en cuando podríamos llevarnos alguna sorpresa ^^


Me voy a seguir con la rutina.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Echo de menos

Echo de menos que me eches de menos.
Que me susurres al oído.
Que me cantes por las noches.

Echo de menos tus manos.
Tus ojos mirándome.
Tu boca hablándome.

Cuando todo tenía un significado
y decir "te amo" no era mera costumbre.
Cuando te sentía al cogerme de la mano
siempre cuidando, siempre a mi lado.

Quiero que me quieras.
Que me ayudes a no sentirme sola.
Que tu presencia cambie las cosas.

Dormirme soñando contigo
y no sufriendo por tu ausencia.