¡¡Aaaaaaahhhh!! Quiero tirarme de un décimo piso y manchar el suelo con mis sesos.
Pero qué día más lento... Me desespero, aquí encerrada en mi habitación, mirando con ojos de besugo la Carta VII de Platón.
Es que NO. No aprovecho el tiempo en casa, soy incapaz. Da igual que me encierren con llave, me encadenen a la mesa y me controlen torturándome con descargas eléctricas.
Sólo quiero salir =( Hacer ejercicio, gritar, olvidarme de todo...
Perdonadme si no me siento a gusto estando en un sitio que me da ganas de llorar, con personas a las que preferiría no ver, dando vueltas contínuamente como un gato en una jaula, en un espacio que se me antoja a cada segundo más reducido.
Y ahora hasta mi hámster me ignora. Y eso que le he arreglado la rueda... ¡Dormilona desagradecida!