miércoles, 27 de noviembre de 2013

Telenovelas y problemas materno-filiales

Últimamente el sofá está cogiendo la forma de mi culo cuando paso las tardes-noches con la telenovela puesta de fondo y mis enredos en el ordenador. Estar con la mantica encima mientras fuera refresca y dentro oscurece me resulta muy agradable. A la gata tampoco parece molestarle:


En realidad no estoy muy segura de por qué pongo las novelas de la tarde; si las miro pongo continua cara de estupefacción. Es igual que anoche, cuando llegó la nena Avril y tras el partido puso Quién Quiere Casarse Con Mi Madre... Personalmente opino que es un programa que sólo puede recomendarse ver estando medianamente borracho.
Supongo que me gusta mucho criticar y meterme con lo que veo en la televisión es demasiado cómodo. Me parezco cada vez más a mi madre =/

Precisamente cuando vivía en casa de mi madre y pasaba las tardes con ella, esto era una tantas cosas que me irritaban. Y aquí estoy yo, haciendo exactamente lo mismo en su ausencia. Por razones que no vienen a cuento, lo que más me ha angustiado siempre es parecerme demasiado a mi madre. Pero supongo que es inevitable que tengamos similitudes, y mi naturaleza paranoica las exagera. Espero.

Por suerte hay una solución perfecta a este problema. Cambiar de canal. Menos mal que emiten Cómo conocí a vuestra madre en la neox, me ahorra pensar en cosas desagradables. Aunque sé que algún día me hartaré de todo y no tendré más remedio que romper la tele. Y entonces seré libre. ¡¡¡¡LIIIIBREEE!!!!


Foto aleatoria de la gata observándome de forma siniestra
(una de tantas)

Como parece que ya es navidad entre los anuncios de juguetes y los océanos de turrones en los supermercados, finalizo con la mejor versión del terrorífico vídeo de la lotería de este año.

Un abracete.



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