martes, 5 de abril de 2011

Lo bien que aprovecho las clases...


Un compañero de clase me enseñó a hacerlo (aunque, claro está, no podría repetirlo yo sola). El pequeñín lo hizo él, y la belleza de la derecha ha sido mi primera creación más allá de los barquitos de papel.

No recuerdo cómo la llamé en su momento, así que la he rebautizado como Mermelada (porque supongo que le gusta la mermelada de fresa). Es un tiranosaurio hembra con complejo de dálmata, como puede apreciarse por sus meticulosas manchitas negras.

Es un encanto, y no se deja amedrentar por las burlas de los demás dinosaurios papirofléxicos acerca de la poca simetría de sus facciones.

*-* Mi nuevo amor *-*

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