miércoles, 22 de diciembre de 2010

Una pequeña señal de vida desde los confines de la Tierra

Ay Dios. Dos días. ¡Dos días! Seguramente menos de 48 horas sin pasarme por blogger y me he encontrado con 28371284638468912624189426334 actualizaciones de blogs que sigo. Supongo que tendré que eliminar algunos... pero es que me dan tanta penica...

Lo importante es que he sido fuerte, y durante las dos últimas horas me he pasado por (casi) todas y (casi) cada una de las entradas que han aparecido en estos mundillos por arte de magia. Me gustaría participar más en aquéllos blogs que me gustan, porque al fin y al cabo se trata de personas que ni conozco pero que consiguen hacerme pasar un buen rato de una manera gratuita.

En fin, lo seguiré intentando. Aun así, gracias a todos aquéllos que consiguen crear un espacio personal, único y maravilloso y compartirlo con el mundo (aunque no leáis este agradecimiento, aunque ni siquiera sepáis que hablo de vosotros).

Estoy cansada... Llevo unas tres horas en casa de "Baigon". Desde que llegamos no me apetecía jugar a las Magic (debería... tengo que practicar, se me dan demasiado mal), así que dejé a estos tres energúmenos seguir con su vicio mientras que mis manos ansiosas acaparaban el portátil y perdía la cabeza delante de la pantalla.

Y poco más. Estos últimos días he estado bastante liadilla. No estoy muy segura de con qué, porque realmente no he hecho tanto. Pero ese poco es mucho más que esa nada que había antes en mi vida. He vuelto a ir al gimnasio (dos días...), a la EOI (me he prometido no faltar a más clases, mucho menos si hay control...), me he hecho un horario para estudiar (que no sigo...), e intento salir con todos los que puedo. En poco tiempo he tenido conversaciones con personas que echaba mucho de menos, y ha resultado un alivio inmenso volver a vivir esos momentos que ya creía perdidos.

Mañana, "cena" de navidad. Escusa de Nidia y mía para ir medianamente arregladas con unos vestiditos (si en el fondo somos unas coquetas... "¿Y tú qué te vas a poner...?"). Y después, al pueblo. A ver cómo andan las cosas por allí, y a estresarme con las discusiones a gritos. Bueno, si no, no sería navidad, ¿no?

Con suerte durará poco, en principio vuelvo el lunes.

Un abrazo (¿Alguien se ha dado cuenta de que siempre me despido con un abrazo, sean las circunstancias que sean?)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué cojones haces levantada un día de diario a las 5 y 10 de la mañana?
No eres un ser humano... O eso, o no eres capaz de irte a la cama sin desearnos un abrazo y soltar las 4 líneas que te corresponden.

P.D.: Estoy seguro de que no siempre quieres decir lo mismo con ese abrazo; Como las sonrisas, no siempre significan lo mismo.

Ale, que te den duro

Cosa Cosota dijo...

En mis tiempos mozos de instituto dormía muy poco, y no era raro verme conectada a las cinco de la mañana con toda tranquilidad, posiblemente estudiando mientras veía la tele.

Pero ahora ya estoy mayor y no tengo tanto aguante. Lo que pasa es que yo ya estoy de vacaciones, y encima me quedé a dormir en casa de un amigo, por lo que lo de estar despierto hasta tarde es una obligación.

Anónimo dijo...

Relaja ^^
Aunque ya estés de vacaciones, tómate tu tiempo ya no sólo para salir por ahí, quedar con los amigos , etc... tómate tiempo para ti misma ;) suena un poco a tontería pero no sé, a mi me funciona de algún modo.

Asi que bueno, otra que se queda hasta las tantas de la noche =)

Un abrazo? Otro abrazo ^^