lunes, 7 de septiembre de 2009

Otra carta sin destino

A veces escribo por no llorar... por no sentir...

Necesito escribir para hablarte, para sentirme cercana a tí, y para no guardarme estas emociones que me harían explotar si las acumulara. Sé que nunca me escucharás, pero me he imaginado tantas cosas que una más no me hará daño.





Esta noche me acordé de tí más que nunca. Soy tonta y te busco donde sé que no puedo encontrarte.

No te he olvidado. Lo intento porque tu ausencia me hace daño. La posibilidad (probabilidad) de que prefieras estar con otra o que tus delicadas palabras estuvieran vacías me mata. Odio el olvido de esos dulces días. Odio el tiempo que me hace olvidar. Y te odio a tí por hacerme sentir lo que siento, por hacerme creer qu ete quiero, por darme esperanzas y después no hablarme ni dar señales de vida.

La culpa es mía por ser tan frágil. ¿Tú cómo podías saberlo? Yo no debería ser tan fantasiosa ni tener sueños tan absurdamente románticos. Ya no sé qué quiero... Ojalá no te hubiera conocido... Ojalá te hubiera conocido...





No todos los cuentos de hadas y las historias de amor tienen un final feliz...

1 comentario:

TheAngelOfDeath dijo...

Gracias, aunque no lo sea, yo me siento insigificante por muchas cosas que pasan en mi vida.
Y no creo que tu tengas la culpa de ser fragil, no podemos controlar lo que sentimos, si te enmaros, te has enamorado, no es culpa tuya, y yo no creo que seas fragil, los sentimientos te hacen asi, aunque no te conozca creo que te entiendo...

Bueno, animate cielo.
Besos.