miércoles, 12 de agosto de 2009

Pues aquí estoy...

Hoy fue un gran día. No cumplí mi propósito de levantarme temprano para montar en bici y hacer un poco de ejercicio, y así aprovechar la mañana. Acabé levantándome a la una y pico, después de que la loca que viene a limpiar a mi casa se fuera, pues tengo miedo de que entre en mi habitación y vuelva a romper algo. Fue salir de la cama y encender el ordenador (estar hasta las cuatro de la mañana pegada a la pantalla no terminó de satisfacerme por lo que parece), y al menos conseguí pasar las fotos del último viaje.
La tarde tranquila, haciendo no se qué memeces en el tuenti y colocando la casa (sí, viene una mujer por la mañana a limpiar y a establecer un poco de orden y por la tarde yo tengo que colocarlo todo de nuevo... menos mal que sólo somos tres y uno estaba fuera). Quedé con mi padre en el bar de siempre, y me enteré de que a mediados de septiembre se mudará a Cádiz. Al menos no ha sido tan incómodo como las últimas veces. Supongo que tenía realmente ganas de verlo.
Y me entraron ganas de jugar a ser el jovencito Frankenstein y le di vida a mi Tamagotchi. Se llama Kat y parece que le gusta dormir porque no hace otra cosa.
Hemos pasado casi toda la tarde con la hermanita de Raquel. Es la oportunidad perfecta para hacer todas esas tonterías que nos encantan sin parecer subnormales del todo. Si a esto le sumas lo del tamagotchi estará claro que sufrimos complejo de Peter Pan, como bien dijo Vero. Lo mejor y más divertido (excepto para mí) fue cuando esta encantadora niñita de dos años con cara de ángel se volvió completamente loca y me atacó sacando esas uñas de gato y tirándome de los pelos. Bueno... admito que quien más se rió fui yo, no se si de lo absurdo de la situación o porque me hacía gracia la violenta transformación de la cría, pero fue un buen momento.
Cuando terminamos de jugar a la pelota y de romper una manzana de plástico (sí, así nos divertimos nosotras) hicimos la ronda buscando un bar abierto, y acabé donde empecé, en el bar de siempre donde quedo con mi padre. Una buena forma de acabar la noche.
Y a pesar de que hemos hecho lo mismo de siempre, jugar a las cartas tomándonos algo, hablando y diciendo tonterías, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Me he reido con ganas y me he sentido a gusto, sin sentir la necesidad de huir lejos, ocultándome en mis cada vez mas retorcidos pensamientos. Si en ese momento me hubieran preguntado qué quería cambiar, posiblemente habría dicho que nada, que simplemente la velada durada el máximo de tiempo posible.
Para esas tres chicas que me han hecho la vida más fácil

1 comentario:

TheAngelOfDeath dijo...

Hola, yo también he estado buscando mas Blogs que seguir, y el tuyo parece interesante tambien. Me gusta eso de que escribas tu dia a dia como si se tratase de un diario, es como si dieses tu diario la mundo bueno no se como expresarlo. (XD soy un poco torpe para esto)Pero creo que yo tambien seguiré tu Blog y te comentaré y tal

Besos. ^^